¿Por qué crees en Jesús?

Por Hna. Sandra García

Introducción

¿Te has preguntado alguna vez, por qué crees en Jesús? En un momento o en diferentes momentos en tu vida algo sucedió que encontraste algo que te atrajo hacia Jesús.

Jesús es una figura inigualable en la historia de la humanidad. Un personaje que dividió la historia de los seres humanos en dos tiempos: antes y después de Él. Un personaje cuyo mensaje revolucionó su tiempo, cambió el rumbo de un imperio y cambió a la gente que lo escuchó.

Les invito a hacer el ejercicio de descubrir por qué una de las personas que estuvo muy cerca de Jesús creyó en Él, a descubrir por qué Pedro creyó en Jesús.

Pedro era un hombre impetuoso, trabajador, con una familia normal para su tiempo, vivía de su trabajo, con capacidades que ni conocía, inmerso en sobrevivir y en la rutina diaria del trabajo y la familia.

Jesús le cambió la vida radicalmente.

Tuvo la opción de no hacerle caso a Jesús, de no seguirlo, de continuar su vida de siempre, pero... ¿por qué razones creyó en Jesús?

¿Por qué Pedro creyó en Jesús?

1. Creyó en Jesús porque lo escogió y lo llamó.

Mateo 4:18-20 “Jesús iba caminando por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a dos hermanos: uno era Simón, también llamado Pedro y el otro Andrés. Eran pescadores y estaban echando la red al agua. Jesús les dijo: Síganme y yo los haré pescadores de hombres. Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.”

Jesús escogió a Pedro para aun propósito en particular. El llamado no fue sólo sígueme, también le dijo para qué. En algún momento Jesús también te llamó a ti y creíste que valía la pena seguirle. ¿Aún lo crees?

2. Creyó en Jesús porque le retó.

Recordamos episodios como cuando Jesús retó a Pedro a caminar sobre el agua o cuando lo retó a decir quién él creía que era Jesús.

Mateo 14:28-32 “Entonces Pedro le respondió: -Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti sobre el agua. – Ven- dijo Jesús. Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse gritó: - ¡Sálvame, Señor! Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo -¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste? En cuanto subieron a la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca se pusieron de rodillas delante de Jesús, y le dijeron: - ¡En verdad tú eres el Hijo de Dios!”

El Alpinista: Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar una altísima montaña, inició una travesía después de años de preparación. Pero quería la gloria sólo para él, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le hizo tarde y más tarde y no se preparó para acampar, sinó que decidió seguir subiendo y oscureció. La noche cayó y no podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, la luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.

Subiendo por un acantilado, a sólo unos metros de la cima, se resbaló y se desplomó por el aire, cayendo a gran velocidad. El alpinista sólo veía manchas negras y sentía la horrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo y en ese momento de angustia le pasó toda su vida por su mente. Pensaba en la cercanía de la muerte, pero de pronto sintió el fuerte tirón de la cuerda que lo amarraba de la cintura a la estaca clavada en la roca de la montaña. En ese momento de quietud, suspendido en el aire, no le quedó más que gritar: -¡Ayúdame Dios mío!!!!

Y una voz grave y profunda del cielo le contestó: - ¿Qué quieres que haga? -Sálvame Dios mío. -¿Realmente crees que yo pueda salvarte? -Por supuesto, Señor. –Entonces corta la cuerda que te sostiene.... Hubo un momento de silencio, el hombre se aferró más aun a la cuerda.
Cuenta el equipo de rescate, que al otro día encontraron a un alpinista colgando muerto, congelado, agarradas sus manos fuertemente a la cuerda.... a tan sólo dos metros del suelo...

Jesús retó también el entendimiento de Pedro. Mateo 16:15-17 “-Y ustedes ¿quién dicen que soy?- le preguntó. Simón Pedro respondió: - Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente. Entonces Jesús le dijo: - Dichoso tú, Simón, el hijo de Jonás, porque esto no lo conociste por medios humanos, sinó porque te lo reveló mi Padre que está en el cielo.”

3. Pedro creyó en Jesús porque experimentó su poder.

Pedro vio el poder de Jesús en acción y fue impactado personalmente por ese poder. Estos dos pasajes bíblicos así lo demuestran.

Lucas 5:4-11 “Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: -Lleva la barca a la parte honda del lago, y echen allí sus redes, para pescar. Simón le contestó: -Maestro, hemos estado trabajando toda la noche sin pescar nada, pero ya que tú lo mandas, voy a echar las redes. Cuando lo hicieron, recogieron tanto pescado que las redes se rompían...... es que Simón y todos los demás estaban asustados por aquella gran pesca que habían hecho.”

Mateo 8:14 “Jesús fue a casa de Pedro, donde encontró a la suegra de éste en cama y con fiebre. Jesús tocó entonces la mano de ella, y la fiebre se le quitó, así que ella se levantó y comenzó a atenderlos.”

4. Pedro creyó en Jesús porque en Él encontró un maestro.

La experiencia de ser discípulo del Maestro permitió a Pedro desarrollar su fe para no caer, aun en los momentos más difíciles.

Jesús le enseñó a Pedro sobre el perdón y cómo solucionar conflictos con otras personas. Mateo 18:21-22 “Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús: -Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete? Jesús le contestó: -No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.”

Jesús le explica a los discípulos las parábolas y en varias ocasiones esto ocurrió por insistencias de Pedro, que quería entender lo que decía Jesús. Lucas 12:41 “Pedro le preguntó: -Señor, ¿contaste esta parábola para nosotros, o para todos?...”

Mateo 13:10-11 “Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron porqué hablaba a la gente por medio de parábolas. Jesús les contestó: - A ustedes, Dios les da a conocer los secretos de su reino; pero a ellos no...”

Marcos 8: 31-9:1 Jesús regañó a Pedro como parte de la relación maestro/estudiante. (v.31-33) “Jesús comenzó a eseñarles que el Hijo del Hombre tendría que sufrir mucho, y que sería rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los maestros de la ley. Les dijo que lo iban a matar, pero que resucitaría a los tres días. Esto se lo advirtió claramente. Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. Pero Jesús se volvió, miró a los discípulos y reprendió a Pedro, diciendo: -¡Apártate de mí, Satanás! Tú no ves las cosas como las ve Dios, sinó como las ven los hombres.”

5. Creyó en Jesús porque Él llenó su espíritu.

Mateo 17: 1-3 nos habla de la transfiguración de Jesús, del momento en que el Espíritu de Dios fue con Pedro. (v. 3-5) “En esto vieron a Moisés y a Elías conversando con Jesús. Pedro le dijo a Jesús: -Señor, ¡qué bien que estemos aquí! Si quieres haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Mientras Pedro estaba hablando una nube brillante los envolvió en sus sombras y de la nube salió una voz que dijo: -“Este es mi Hijo amado, a quien he elegido; escúchenlo.”

6. Creyó en Jesús porque le perdonó.

En Mateo 26: 69-75 Pedro comete un gran error al negar a Jesús. (v 74c-75) “En aquel momento cantó un gallo, y Pedro se acordó de que Jesús le había dicho: ‘Antes de cante el gallo, me negarás tres veces.’ Y salió Pedro de allí y lloró amargamente.”

Pero Lucas 22:61 nos ofrece la contraparte de esta historia. “Jesús se volvió y fijo la mirada en Pedro; y Pedro se acordó de las palabras de Jesús.” Pedro entendió que Jesús le había perdonado.

7. Creyó en Jesús porque lo vio resucitado.

Juan 21:15-17 Estando ya resucitado, Jesús le hace a Pedro una pregunta muy significativa. “-Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Pedro le contestó: -Sí, Señor, tú sabes que te quiero.”

Luego de hacer la misma pregunta en tres ocasiones Pedro se puso muy triste, pero al final, la expresión de Jesús fue gloriosa y de afrimación para Pedro “- ¡Sígueme!” Pedro había experimentado al Jesús resucitado y era un discípulo renovado.

8. Creyó en Jesús porque experimentó una vida nueva.

En Hechos 4: 11-12 Pedro da testimonio del Jesús en quien creyó ante las autoridades religiosas de Jerusalén. “Este Jesús es la piedra que ustedes los constructores despreciaron, pero que se ha convertido en la piedra principal. En ningún otro hay salvación porque en todo el mundo Dios no nos ha dado otra personal en la cual podamos ser salvos.”

¿Por qué crees tú en Jesús?

Si crees en Jesús como tu amigo, salvador y dador de la vida, no olvides aquello que te llevó a la fe. Si aún no crees, hoy te he dado ocho razones por las que podrías creer.

Porque lo escogió y lo llamó
Porque le retó
Porque experimentó su poder
Porque encontró en Él a un maestro
Porque Él llenó su espíritu
Porque le perdonó
Porque lo vió resucitado
Porque experimentó una vida nueva

La experiencia de Pedro hace dos mil años puede ser tu experiencia hoy, porque el Jesús con quien Pedro anduvo es el mismo Jesús que hoy te llama, que hoy te puede enseñar a ser su discípulo o su discípula, que puede hacer milagros en tu vida, que puede saciar la sed que sientes por reconciliar tu espíritu con Dios. El Jesús que Pedro vio resucitado es el mismo que hoy vive, pues venció la muerte para salvarte a ti.

El mismo Jesús que le preguntó a Pedro, ¿me amas?, hoy también te hace a ti la misma pregunta: ¿me amas? ¿crees en mí? Si me amas, si crees en mí, daré un propósito a tu vida, sígueme y te ayudaré a rescatar a otras personas que necesitan saber de mí. Hoy Jesús te dice una vez más: regresa a mí. O te dice por primera vez: sígueme. Él espera tu respuesta... AMÉN

15 de febrero de 2009
Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo), Naranjito