La llegada de Jesús echa fuera el temor

Por Rvdo. Carlos A. Cardona
Pastor

Pasaje bíblico: Mateo 1:18-20

Introducción

Han llegado las celebraciones de Navidad, se escuchan voces por doquier anunciando la fiesta y los regalos. Los mensajes de paz están presentes en todas partes. La gente anuncia la llegada de la Navidad con panderos y flautas. La música típica suena en todo lugar.

En un acto peculiar, una niña de dos años bailaba al compás de la música. El padre orgulloso retrataba todo movimiento y la madre emocionada se reía con gozo. No querían perderse ni un solo instante de aquella ocasión tan especial. La niña, con su traje típico, bailó y aplaudió todos los eventos de la celebración. Era la celebración de la Navidad en su colegio. Todos esperaban el comienzo de la estampa del nacimiento, los personajes estaban emocionados escuchando a sus padres que les invitaban a no tener miedo ni temor.

Con un poco de retraso, entre nervios y temores, comenzó la estampa principal de aquella celebración. Todos los presentes aplaudían al ver el desfile de los participantes hacia el lugar asignado en la tarima.

Yo era uno de los invitados a tan especial ocasión. Entre luces, alboroto, canciones y bailes, participaba de su segunda Navidad mi nieta Ana Maria.

La primera Navidad

La historia de la primera Navidad, estuvo llena de pavor, dolor, sufrimiento e intriga. En aquella época, la novia era comprometida por un año con el propósito de probar su pureza sexual. La familia de José observaba la tradición de la ley y los preceptos de la misma. Recordaban además la profecía de la llegada del Mesías.

“Isaías en su escrito anuncia que será un varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa. (Isaías 31; 1-2) El profeta anunció que el Mesías traería justicia, reposo y seguridad para sierre”. Isaías 32:17.

El cumplimiento de la profecía traería consolación, restauración. Dios quiere establecer un nuevo orden en su creación y decide visitar la humanidad. Su anuncio en las profecías trajo expectativa: ¿Cuándo sería el acontecimiento? ¿Dónde se iniciaría la historia de la redención?

José era parte de ese plan, pero no lo sabia de antemano. María era parte del plan pero tampoco lo sabía de antemano. De manera que el anuncio trajo momentos terribles para aquella pareja.

¿Cómo entonar canción en medio de la duda? ¿Cómo celebrar el anuncio frente a la duda? Para celebrar la llegada del Mesías es necesario llenarnos de una verdadera seguridad en Dios.

José tuvo que librar una batalla interna. Su tradición de fe le hacía caer en esa lucha. Dios quiere comunicarse con la humanidad y él estaba en medio de la intención divina con el traje de las costumbres de su pueblo.

¿Cómo enfrentamos la voluntad de Dios en medio de nuestras costumbres y tradiciones?

Dios hecha fuera el temor

Cuando enfrentamos momentos decisivos, Dios obra a nuestro favor para guiarnos hacia lo que es mejor echando fuera el temor.

A José se le apareció el ángel y le dijo “No temas”. Una de las frases que repitió el Mesías en su relación con la humanidad.

“No temas”, dijo el Señor a Josué en el momento cuando libraba su batalla personal de la conquista”.
“No temas”, dijo Jesús a sus discípulos en el momento de batalla en la barca.
“No temas”, es la invitación a descansar en el poder milagroso y poderoso de Dios cuando estamos sirviendo con temor al Señor.
“No temas”, es la palabra de Dios para aquellos que enfrentan momentos decisivos en sus vidas.

¿Quieres llegar a ser cumplidor del plan de Dios en ti? Entonces No temas. En medio de las circunstancias en las que batallas en esta hora, no temas. Descubre lo que Dios tiene preparado para ti.

José libró la batalla de la vergüenza, la batalla de ser señalado, la batalla de la duda, la batalla de la incertidumbre, la batalla del descrédito, la batalla de la muerte de su amada, la batalla espiritual cuestionándose si Dios estaba o no en el asunto.

Comparte con Dios la batalla que libras y Él te dirá: "NO TEMAS"

El ángel de Dios le dijo a José: “No temas. Y dará a luz un Hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.

Jesús regaría los surcos de fe sembrando la paz con su presencia. Dios está pendiente de los suyos y su presencia en medio nuestro es garantía de paz y prosperidad. Proclamemos la noticia de la llegada del Salvador y el cumplimiento de la promesa hecha a nosotros.

El ángel de Dios nos invita a creer en la intervención divina. Nos invita a confiar en la promesa de redención. Nos invita a creer en la Buena Noticia. Dios se acuerda de su creación y le visita como una expresión de amor a su pueblo.

El ángel del Señor nos invita a visionar un futuro mejor. Nos invita a llenarnos de fe y confianza en el poder redentor de Jesús. Es necesario abandonarnos en Cristo para experimentar su Gracia y su Poder en medio nuestro.

Deja que el Espíritu de Dios riegue con poder y gracia tu corazón. Llénate de luz y aclara tus pensamientos. Comienza a caminar con firmeza hacia un mañana lleno de gracia y poder de Dios.

Detente por un momento para escuchar lo que el Ángel del Señor quiere decirte en esta hora crucial de tu vida. Permite la comunicación del Señor a tu vida. Comienza a distinguir las señales de Dios para ti y los tuyos dejando a cargo de Dios el plan que tiene para ti. No temas, Él se encargara de que logres llegar. No temas, Él se encargará de obrar. El Señor hará, se moverá, no te dejará.

Apresta tu espíritu para escuchar lo que Dios tiene que decirte en esta hora. Recibe la visitación del ángel de Dios sobre tus asuntos y cuéntale tus temores. Comparte con el Señor tus preocupaciones y permite que el Espíritu Santo te guíe en todas tus decisiones. Amén.

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