Un nuevo año de perfección, afirmación, fortaleza y establecimiento

Por Rvdo. Carlos A. Cardona
Pastor

Texto bíblico: I Pedro 5:10

“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que halláis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”.

Introducción

Este año debemos hablar por Dios a los nuestros y hablar a Dios por ellos. Ha llegado un nuevo tiempo y se asoma la acción de Dios como señal de bendición para los suyos. El tiempo para un nuevo comienzo ha llegado, es el momento de la invitación divina para establecer una intima relación con Dios.

El Verbo Divino se encarna para llenarnos de esperanza y seguridad. Los fracasos y sinsabores de los días pasados quedan atrás para quienes aceptan la invitación de la acción divina. Dios se ha acercado, el Señor quiere caminar este año contigo por los senderos que te ha trazado la vida. El Verbo de Dios quiere darnos la acción en todas las oraciones que elevemos a su trono.

Ha llegado la hora de hablar lo que Dios está haciendo en cada uno de nosotros. Ha llegado el momento para hablar de Dios en las acciones, en las decisiones, con fortalecimiento del espíritu, afirmando la gracia redentora de quien nos ha dado la vida.

El ser humano y su relación con Dios

En el pasaje bíblico, Pedro habla a quienes buscan un nuevo comienzo, un nuevo andar en la vida. Representa a quienes han vivido momentos difíciles y dolorosos invitándoles a la aventura de una mejor vida. Eleva a Dios una petición especial por quienes han iniciado el caminar con Dios en tiempos difíciles. La acción de Dios se manifiesta en aquéllos que eligen caminar con Él.

¿Cuáles son tus expectativas para este nuevo año? ¿Qué esperas de Dios en este nuevo año? ¿Qué espera Dios de ti?

Pedro tiende un paño oscuro de realce para presentarnos unas prendas preciosas que podemos usar durante todo el año. Pedro nos ofrece una tarjeta inusual para el nuevo año. En lugar de decirnos que el Verbo ha bajado del Cielo para darnos alegría y felicidad, nos escribe… “El Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo después que hayáis padecido un poco de tiempo… comience su obrar en ti”.

Pedro exhorta a quienes les escribe que miren el momento negro de dolor e incertidumbre como una gran oportunidad para mostrar el resplandor de la acción de Dios en ellos.

Pedro nos invita a creer en el Dios de toda gracia y señalar que éste año mi convicción es que el Dios de toda gracia estará conmigo aún cuando otros vean el manto negro frente a mí; quiere que pensemos en este nuevo año como la gran invitación de Dios para mostrar el resplandor de su presencia en nosotros y en los nuestros.

Para enfrentar ese nuevo año debemos hablar por Dios a los nuestros en nuestra aventura de vivir y la manera de entender la aventura de vivir. Para hablar a los nuestros de Dios debemos considerar que el Dios de toda gracia nos ama, quiere derramar su amor en el Verbo Encarnado y nos ha llamado a un nuevo año por gracia y buena voluntad.

Lo que ocurre a tu alrededor puede ser tu gran oportunidad para este año. Declara con visión:

Mi aventura personal la viviré al máximo porque lo que está ocurriendo a mi derredor es la gran oportunidad para ver la mano de Dios en las cosas que realizaré.
Este año buscaré distinguir la voz de Dios y la escucharé en los momentos más especiales de mi vida.
Declaro este año el año de mi Gran Aventura.
Contaré con Dios en todos mis planes.
Consultaré con Dios todas mis decisiones y esperaré su repuesta.

Para los que leen esta carta, Pedro pide:

Perfección

Pedro pide al Dios de toda gracia que intervenga en las dificultades de la vida para que éstas sirvan como instrumentos de cambio para nuestro bien. Pide que Dios acabe la obra que ha comenzado en nosotros desde el día de nuestra conversión, que nos pula a través de las situaciones que encontremos en este año nuevo y que nos haga mejores personas cristianas.

Pidamos al Señor que este nuevo año sea el inicio de un proceso interior y exterior para mejorar nuestra relación con los nuestros; que este año sea el año para alcanzar seguridad en nuestra relación con Dios y nuestros semejantes.

Pidamos a Dios que el año nuevo sirva para ver con mayor claridad la mano de Dios en todo lo que acontecerá en nuestras vidas y en la de los nuestros y que los momentos que no podemos controlar se reviertan en bendición para alcanzar la perfección por la acción del amor de Dios para con nosotros.

Pide bendición para quienes amas y háblales del poder de Dios. Inicia un nuevo proceso transformador lleno de la gracia divina en los tuyos, háblales del gran amor de los amores. Recuerda que estás en el proyecto de Dios y Él no dejará su obra inconclusa en ti. De la misma manera que sus obras son perfectas está trabajando en tus detalles para que muestres su amor perfecto en ti.

Afirmación

Pedro pide para sus lectores afirmación, consolidación, ajuste, robustecimiento.

En medio de este año nuevo redescubre que no hemos llegado a la excelencia esperada por Dios. Por esta razón, es necesario que afirmemos nuestra fe. Éste es el año para ver la mano de Dios en ti. Eres instrumento de Dios para los tuyos. Eres para Dios el portavoz de los tuyos.

Declara: Yo creo en el poder de Dios. Afirmo que Dios proveerá. Su mano pródiga se extenderá sobre los míos y mostrará su misericordia en todo lo que emprenda este año.

Afírmate. Consolida tu convicción en Dios. Deja de divagar y de jugar con tu relación con Dios.

Éste es momento para afirmar tu convicción en el hacer de Dios. Es el mejor momento para hablarles a tus seres amados e invitarles a confiar en el Señor y afirmar su convicción para iniciar la aventura de este año con alegría y visión.

Este año es año de afirmación. Afirma la gratitud y exprésala con alegría a los tuyos. Afirma tu momento devocional con Dios. Cultívate en el espíritu. Afirma el amor para con los tuyos y cultiva una amistad sanadora con ellos. Afirma la palabra buena, el saludo, el abrazo, la sonrisa, la alegría en los tuyos para que todos puedan ver el rostro del Señor en ti.

Fortaleza

Éste es el año para que seas vigoroso en el Señor. Habla del vigor de Dios, de la energía que da el Dios de toda gracia y poder.

Pedro habla como el apóstol Pablo: “¿Qué puede apartarme del amor de Dios, persecución, hambre, escasez, tribulación, angustia? Ni ángeles ni principados podrán apartarme del amor de Dios que es en Cristo Jesús”.

Inicia la lectura de la Santa Palabra de Dios en un proceso de crecimiento. Anota los textos que afirman tu convicción y compártelos con los tuyos. Habla a otros del mensaje escrito en la Palabra de Dios.

Mantén tu lugar para Dios. Identifica las áreas en que deseas ser lleno del Espíritu de Dios. Identifica las áreas en las que deseas crecer.

Fortalece tus pensamientos con la palabra de Dios. Háblales a los tuyos de la fuerza del Espíritu de Dios. Afirma que eres hijo, que eres hija de Dios y estás en proceso de afirmación y fortalecimiento en tus convicciones y en tu relación con Dios.

Establecimiento

Pedro pide al Dios de toda gracia que los miembros de la comunidad de fe a la cual dirige su carta se establezcan, que tengan fundamento para resistir los embates del enemigo.

¿Cómo te sientes con respecto a ti mismo? ¿Cómo te sientes en relación con lo que esperas de Dios?

Deja de divagar en tus pensamientos y proyectos. Expresa tus metas a Dios y compártelas con los tuyos. Es necesario que sepas a donde quieres llegar. Exprésale a Dios tus metas, tus sueños, tus miedos, tus temores y tus decisiones.

¡Establécete! Enraízate en tu convicción. Es importante sostener lo que has creído en el Señor. Permite que Dios realmente te dirija. Desarrolla tu crecimiento espiritual con claridad.

¿Cómo podemos lograr un verdadero fundamento?

Identifica las cosas que restan entendimiento en tu espiritualidad. Comienza la praxis de lo que has aprendido en el caminar con Dios. Deja que el Verbo encarnado ponga en ti un pensamiento sabio para compartir con otros. Echa fuera la incredulidad que se ha aferrado a ti como una hiedra. Despréndete de la duda y deja que el amor de Dios llene tu corazón con la fuerza de su Espíritu.

Comienza a adelantar el camino de bendición que te espera para este año. Proclama la bendición en los tuyos. Afirma tu misión para la obra. Deja que Dios siga trabajando en ti. Permite que la mano de Dios te ponga donde el quiere colocarte en esta hora.

Recuerda, el manto oscuro que distingues frente a ti puede ser la gran oportunidad para que brilles como las joyas, con el resplandor del Dios de toda gracia y poder.

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