Camino de encuentro: Yo mismo soy


Por Rvdo. Carlos A. Cardona
Pastor

Pasaje bíblico: Lucas 24: 35

Los caminantes de Emaús contaban las experiencias vividas de regreso al lugar de donde habían partido. Es decir, regresaban a su aldea, a la antigua percepción de la vida antes de conocer a Jesús. Los discípulos contaban sus experiencias en el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.

¿Qué experiencias estás contando acerca de Jesús en estos días? A veces tratamos de meternos en terrenos bastante complejos para poder tener una relación con Dios, desconociendo el poder en el partimiento del pan.

La experiencia del regreso a la vieja aldea de donde habíamos salido ciega nuestro entendimiento. ¿Te has preguntado alguna vez cómo es posible adelantar camino para volver atrás? ¿Por qué regreso al mismo modo que pensaba antes conocer a Jesús? ¿Por qué estoy de regreso a las costumbres del pasado? ¿Por qué voy de regreso por el camino de la incertidumbre?


Emaús es camino de cansancio y decepción. Las decepciones impiden que veamos el verdadero regalo de Dios en el partimiento del pan. Los que caminan hacia Emaús son los vestidos de tristezas, son los dominados por los sueños perdidos.

Emaús es regreso al sentimiento de ausencia de Dios. Emaús es camino de sentimiento de abandono de Dios. Emaús es camino de las circunstancias que nos agobian en esta hora.

Podemos continuar el regreso hacia la aldea de donde el Señor nos sacó recordando el pasado glorioso en Jesús. Pero en ese regreso Jesús quiere recordarnos que no estamos solos en nuestra lucha. Él se aparece en nuestro andar hacia la aldea de donde nos sacó para invitarnos a afirmar nuestra fe en la entrega de Jesús al recordarle en el partimiento del pan.

Sólo puede arder un corazón lleno del regalo de Dios en Cristo. Sólo un corazón que recibe el regalo de Dios en Cristo puede arder con la fuerza del espíritu de Dios.

Los caminantes iban contando experiencias vividas con Jesús. Sin embargo, se dirigían hacia el lugar donde todas las cosas habían perdido significado real. Y Jesús les pregunta a todos los que se encuentran de regreso al lugar de donde habían salido: ¿cuáles son las experiencias que cuentas de Jesús?

El camino a Emaús está desprovisto de la amistad con el Jesús Caminante. Jesús sale a nuestro encuentro caminando con nosotros, pero nosotros seguimos caminando solos, ensimismados en nuestras propias circunstancias.

Contamos que Jesús es verdad que libera, pero estamos cautivos por la tristeza y encadenados por las circunstancias que atravesamos. Contamos del Jesús acompañante, pero estamos experimentando una soledad espantosa en nuestra relación con Dios.

Jesús quiere encontrase con nosotros en ese camino. Jesús quiere encontrase contigo en el camino que has escogido tú mismo para enseñarte el poder de la entrega total a Dios Padre.

El Yo soy, el Yo mismo soy, se aparece en ese andar de la vida a pesar de nuestros ojos vendados por las circunstancias que enfrentamos. Jesús se aparece en el camino de los proyectos incompletos de cada ser humano. Aunque pensemos que la realización de nuestros sueños se ha perdido, él se presenta a tu lado como compañero de viaje para invitarte a cambiar tu visión de las cosas.

El camino a Emaús es decisiones apresuradas que nos invitan a abandonar lo que hemos logrado en Jesús. Sólo podemos cambiar de rumbo, si reconocemos la entrega plena de Jesús en nuestro caminar diario. El regreso a nuestra aldea puede ser diferente al participar de la entrega de Jesús como regalo de Dios para bendición de nuestra vida.

Jesús sale a nuestro encuentro en la ruta que nos trazamos aun cuando ésta nos conduzca al lugar de partida de la vieja manera de vivir. Jesús se aparece en cada sendero que tomamos guiados por nuestras propias decepciones para cambiar nuestro rumbo con el poder de su amor redentor. Jesús es el mismo Yo soy que sale a tu encuentro para acompañarte hacia una nueva experiencia de entrega y renovación. Jesús sale a nuestro encuentro para mostrarnos el poder de las promesas divinas.

Es necesario que se cumplan las Escrituras, pero mayor aún es que en cumplimiento de las Escrituras puedes contar con la compañía de Jesús. Él sale a tu encuentro en el camino por donde andas. Te pregunta: ¿qué cosas estás diciendo de Jesús? ¿Qué experiencias has tenido que impiden afirmar el poder de Dios en ti?

Jesús sale a tu encuentro a pesar de tu decepción. A pesar de tu dolor. A pesar de tus fracasos. A pesar de tu falta de fe. A pesar que no puedas reconocerle él sale a tu encuentro y te dice: Yo estoy contigo hasta el fin del mundo.

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