Salud: un encuentro en el camino


Por Rvdo. Carlos A. Cardona
Pastor

Pasaje bíblico: Salmo 20

¿Qué es salud? La Organización Mundial de la Salud, en su constitución de 1946, define la salud como el estado de completo bienestar: "el estado de bienestar físico, psíquico y social y no meramente la ausencia de enfermedad”.

Es el estado de completo bienestar bio-psíquico-social y son sus prerrequisitos la paz, la educación, la vivienda, la alimentación, la renta. Salud es el estado de una persona que mantiene equilibrio biológico, psicológico, social y espiritual.

La salud como bienestar refleja la necesidad de funcionar adecuadamente y de disfrutar del entorno, como sensación y percepción placentera y agradable, como garantía y disfrute de una sobrevivencia digna a través de la satisfacción de necesidades básicas, emocionales y sociales de un individuo, para favorecer el desarrollo de su personalidad.


La relación salud - vida, dentro de ella la relación vida - trabajo, se refiere a la calidad de vida de los seres humanos. La salud no sería tan importante si no tuviera relación con una vida plena con todo su potencial intelectual y de desarrollo en el campo laboral, necesario para obtener un alto grado de autoestima y desarrollo humano deseable. La angustia y la preocupación son gemelas. La angustia nos puede conducir al miedo.

El autor del salmo 20 afirma el poder de Dios a quien enfrenta un momento decisivo en su vida. El salmista habla a una persona que experimenta angustia ante lo incierto del mañana que le espera. Posiblemente el rey a quien está dirigido este salmo estaba por enfrentar a un ejército enemigo. Ante la inminencia del ataque presenta momentos de duda, se siente incómodo, le abrigaba una sensación terrible.

Cuando perdemos el control de lo que hacemos o de aquello que está a nuestro cargo, experimentamos un estado de ansiedad que limita nuestra visión para enfrentar los obstáculos del camino.

El salmista dice: Que el Señor te responda cuando estés angustiado; que el nombre del Dios de Jacob te proteja. Que el señor te responda en el día de aprieto. Que te proteja el Nombre del Dios de Jacob.

A veces estamos frente a situaciones que hubiésemos querido evitar pero no ha sido posible. ¿Qué podemos hacer para vencer la ansiedad?

El salmista afirma: Que te responda el Señor en el día del asedio, que te haga inaccesible el nombre del Dios de Jacob. Que ante la incomodidad de sentir el asedio que amenaza tu paz puedas recibir un grado de tolerancia para enfrentar lo que se avecina contra ti.

Enfrentar la angustia es la primera batalla que debemos librar. El sentimiento de incomodidad es terrible pero no tanto como para que pueda vencernos. La angustia es terrible pero no tanto que no pueda vencerla en Nombre del Dios de Jacob.

¿Por qué el salmista utiliza el nombre del Dios de Jacob? Jacob es el padre de todas las tribus de Israel, el Dios que moviliza todas las tribus de Israel, es el que está contigo, el que tú invocas. El mismo Dios que llevó a la victoria a su pueblo en momentos críticos es el mismo Dios que te ayudará el día que le entregues tu angustia, tu desesperación y tu dolor.

Hay una promesa de Dios para su pueblo: el que me invocare Yo le responderé, dice el Señor. Como Jacob, debemos encontrarnos con nuestro padre Celestial y permitirle que nos transforme llenándonos de seguridad ante la amenaza para nuestra salud que representa la angustia.

El salmista invita a la persona que enfrenta la angustia a confiar en la protección divina: Que te proteja el nombre del Dios de Jacob. Que te haga inaccesible el Dios de Jacob. Que el nombre del Dios de Jacob te proteja en el día de la angustia.

Para enfrentar la ansiedad es importante un cambio de actitud de parte nuestra. No te menosprecies, eres importante para Dios. La vida no es predecible, no te rechaces por lo que estás enfrentando o habrás de enfrentar.

Nuestra actitud ante la crisis es importante, la manera como la manejamos traerá los resultados. Confiar en nombre de Dios es afirmar que, aunque no tenemos control de lo que sucede a nuestro derredor, sí podemos salir adelante en nombre de Aquél que hizo los cielos y la tierra.

El salmista escribe pidiendo que Dios te envíe ayuda desde el santuario, desde el lugar donde Dios ve tu actitud hacia la vida, tu actitud hacia ti mismo, tu actitud hacia los que te rodean, la acción o conducta que debes cambiar, las medidas que tenemos para fortalecernos. Dios ve nuestros pensamientos y nuestras actitudes para enfrentar la angustia.

Es importante presentarnos ante Dios con confianza y disposición para permitir su actuación en medio nuestro. Todo lo que provoca desequilibrio o amenaza nuestro balance emocional, espiritual y físico nos llena de angustia. Sólo podemos enfrentar las crisis desarrollando una visión de Dios activo en medio de las cosas que nos ocurren.

Piensa por un momento en las estrategias utilizadas para enfrentar ese estado de angustia que enfrentas. Es necesario afirmar tu confianza en Dios. Permítele a Dios actuar en tus cosas personales. Presenta tu ofrenda, tu corazón a Dios. Presenta tus dudas y deja que Jesús tome un rol importante en tus cosas.

Puede que sientas que la amenaza es grande, pero como el salmista deja que Dios envíe ayuda desde su santuario porque él puede ver todo el panorama a tu alrededor aún cuando no lo puedas entender.
Presenta todas tus cosas en oración a Dios. Levanta tu estandarte de la fe ante la crisis. Dios no te dejara sin su ayuda. Confía. Vence la angustia de la angustia con fe.

El propósito de Dios para nuestra vida es que triunfemos sobre nuestras crisis. Ellas estarán siempre cerca de nosotros, pero Dios nos hará inaccesibles para ellas. Armoniza tu actitud con tus pensamientos y afirma tu victoria en nombre de Dios.

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