La familia cristiana acoge el evangelio y madura en la fe

Por Rvdo. Carlos Cardona
Pastor

Texto bíblico: Tito 2: 1,11-14

¿Para qué es útil la cartografía? La cartografía es una ciencia que se ocupa de los mapas y de su realización. Están destinados para ayudar al nauta, al navegante, al peregrino o viajero a encontrar su destino a través de rutas y fronteras. De la misma manera, el creyente tiene en la Escritura una guía para trazar su rumbo hasta llegar a la plenitud de Dios.

Tú, en cambio, predica lo que va de acuerdo con la sana doctrina

Pablo escribe a Tito para que éste ayude a las familias de Creta a madurar en la fe cristiana para ser testigos del poder de Dios. Para logar la encomienda, traza a Tito un mapa escritural que le ayude a encaminar la comunidad de Creta hacia una mejor convivencia acorde con las promesas divinas.

La familia cristiana del siglo 21 está llamada por el Señor a cultivar una relación de bendición con Dios para ser de bendición a otros en la comunidad. Para lograrlo, necesita un mapa que le ayude a encontrar la ruta, el camino para alcanzar la plenitud de vida abundante.


Las familias creyentes en el evangelio están llamadas a ser guiadas y transformadas por el evangelio de Jesús para ser testigos verdaderos de la palabra de redención. El pasaje bíblico presenta la vivencia de una iglesia gentilicia en Creta que enfrentaba el reto de ser testigo de la proclamación de la Palabra.

Pablo escribe a Tito para que prepare a las familias que habían acogido el evangelio para la praxis del evangelio como estilo de vida para vida.

¿Qué entendemos por acoger? Proteger, recibir, amparar, aceptar. Cuando decimos que hemos acogido el evangelio, estamos diciendo que hemos recibido la Buena Nueva, que hemos amparado la Buena Nueva, que hemos aceptado la Buena Nueva.

¿Cómo podemos demostrar que hemos acogido, recibido, aceptado la Buena Nueva? Pablo aconseja a los gentiles de Creta y de todos los tiempos: La familia que acoge, recibe, ampara el Evangelio madura en la fe conociendo la Palabra y hablando lo que está de acuerdo a la sana doctrina. Debemos cultivar el conocimiento de la palabra viva en la experiencia de la Escritura para un conocimiento verdadero y firme en la fe.

Los medios de comunicación actuales son muchos y variados, existen diversas filosofías de vida, expresiones de fe, maneras de interpretar la palabra y en medio de ese mar de comunicación religiosa y filosófica nos preguntamos: ¿Cómo debemos comunicar la verdad de Dios en nuestra familia?
Es importante iniciar este año una experiencia para ampliar nuestro conocimiento de la verdad de Cristo revelada en las Sagradas Escrituras. La familia de hoy enfrenta el reto cibernético que amplía los horizontes del conocimiento y ayuda a cuestionar principios y valores escriturales y no podemos rebatirlos si no tenemos un conocimiento más claro de la verdad divina.

La familia que acoge la Buena Nueva crece en fe y amplía su visión en la praxis de la Palabra Viva. Pablo señala varias maneras de proteger el evangelio en la familia. Entre las más importantes, de acuerdo a la necesidad actual, Pablo señala: sean sobrios, moderados, mesurados, sencillos.

Cultiva una relación mesurada, moderada, sobria en tu familia… no seas mayestático (suntuoso, majestuoso). Enseña a los tuyos que son una bendición de Dios y lo que tiene la familia es por bendición de Dios.

Cultiva una fe sana, vigorosa, bienintencionada; una fe que pueda fortalecer a los seres que te rodean. Desarrolla una dependencia más cercana a Dios. Presenta tus planes a Dios. Presenta el plan familiar de este año al Señor y espera la respuesta de Dios. Declara con fe el bienestar de tu familia y la relación tuya con tu familia. Permite a tu ser florecer en el Señor en una relación intima estrecha, más entregada al Señor durante este año.

En verdad, Dios ha manifestado a toda la humanidad su gracia, la cual trae salvación, y nos enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas. Así podremos vivir en este mundo con justicia, piedad y dominio propio.

Una familia que acoge el evangelio rechaza la impiedad, la irreligiosidad, la dureza, la crueldad. Debemos eliminar de nuestras vidas la falta de compasión por aquellos que nos rodean, es importante una mirada de misericordia.

En el seno familiar experimentamos sentimientos encontrados con los miembros de nuestra familia. Es importante mostrar compasión con ellos aun cuando no estemos acorde con ellos.

Jesús mostró compasión aun con sus enemigos para enseñarnos un camino mejor. La compasión no es sinónimo de debilidad, es una expresión de la Nueva Criatura que acoge el Evangelio de la Buena Nueva. La compasión por los nuestros es la invitación para escucharlos, para sentarnos en reflexión y hallar el camino de lo que es mejor.

Este año debemos protegernos en el Evangelio de Jesús para crecer en fe viviendo una vida en la plenitud de la Escritura. Practica la misericordia con visión. Por ejemplo: ¿has descubierto el poder que tiene la bendición sobre los tuyos? Rechaza la impiedad, pues ésta es sinónimo de injusticia y la Escritura nos enseña la praxis de la justicia.

Practiquemos la justicia empezando con nosotros mismos: justicia es equidad, es obrar con razón. Permite que la justicia sea sol en tus encrucijadas, acepta los errores, extiende la mano, practica la reconciliación. La Escritura nos remite a Jesús como el Maestro de Justicia que mira al ser por encima de las faltas y las fallas.

La familia que acoge el Evangelio huye del desenfreno, construye un oasis de amor donde se puedan encontrar todos los miembros. Una familia que acoge el evangelio, madura en la fe reconociendo a Dios en los asuntos y proyectos familiares.

Madurar en la fe familiar es fructificar, florecer, granar. Es formarse guiados por la praxis del evangelio de la Buena Nueva. Es acoger el Evangelio que forma y transforma de acuerdo a la voluntad de Dios.

Inicia hoy la lectura del mapa para vida abundante. Lee y estudia la Palabra de la misma manera que el cartógrafo y traza la ruta para una vida abundante en Cristo.

10 enero 2010

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